La decoración de las paredes es una necesidad estética que ha distinguido a la civilización humana desde tiempos prehistóricos. A lo largo de los siglos ha habido numerosas técnicas de decoración basadas en el período histórico y la tecnología del momento.
Entre estas, por supuesto, también está el papel pintado, que se convirtió en una evolución económica y más sencilla respecto a los tapices clásicos. El concepto de papel pintado, como lo conocemos hoy en día, toma forma en Francia en el siglo XVIII con complejas elaboraciones artesanales; las técnicas industriales del XIX lo hacen aún más accesible y en Europa, a partir de la Segunda Guerra Mundial, comienza a extenderse a gran escala. Las decoraciones se reproducían en rollos gracias a moldes especiales de madera, tallados con maquinaria industrial en base a un diseño inicial. Aplicando las pinturas sobre los moldes, los colores se imprimían gradualmente en el papel, creando todas las tonalidades del diseño original.
A partir de los años 50, el papel pintado se convierte en una moda abrumadora que decora millones de hogares y lugares públicos en países europeos y estadounidenses. Estas son las décadas de los colores brillantes en las habitaciones y los años oscuros de la Guerra Fría, el gran resurgimiento económico y las temidas pruebas nucleares.
Tecnografica recorre la historia con Mid-Century una colección de papeles pintados que recuerda deliberadamente a los estampados de los años 50, 60 y 70, añadiendo algunos detalles gráficos fundamentales que, en su momento, no habría sido posible realizar. Entre las flores y geometrías clásicas, la impresión digital trae además matices de color, rasgados y superposiciones de imágenes.
Descubre todos los diseños vintage de la colección Mid-Century firmada por Tecnografica.