Para Giulia Ori la atracción por el mundo del arte es una constante que siempre la ha acompañado.
Nacida el 4/03/1985 en Formigine (Módena), Giulia siente como esa innata atracción se transforma poco a poco en pura pasión gracias al amor por el arte que aflora desde los primeros años de colegio. Es una evolución que echa raíces en un terreno ya fértil, dado el profundo interés de su padre por el diseño y la fotografía.
Sus recuerdos de los días con su abuela en la montaña la remiten a su infancia, un paisaje que seguirá siendo fundamental en la interpretación de sus obras. De hecho, el arte de Giulia Ori se basa en la vuelta a un pasado cuyos contornos se han desvanecido por el tiempo pero que, a pesa de este lento desgaste, aun se percibe como cercano y accesible a través de las imágenes. La mezcla de diferentes materiales y tejidos da voz a la imaginación de la autora en un acto liberador que da rienda suelta a su creatividad.
Como ocurría con el impresionismo, corriente a la que Giulia se siente particularmente unida, las formas de los elementos pueden vislumbrarse en sus obras sin llegar a estar completamente definidas. Un arte que habla de sí misma pero que también deja espacio a la interpretación de quién lo observa.